El mundo del transporte de mercancías avanza a ritmo vertiginoso. La globalización es un proceso que no solo revoluciona el mundo de la industria de bienes y servicios, sino que alcanza a cualquier aspecto que afecta al intercambio de materias de cualquier tipo.
Si bien todos los sectores son críticos por algún aspecto, pocos son realmente tan básicos como la alimentación. Seguramente muchos aún recordamos cómo se produjo desabastecimiento de determinados productos durante la primera ola de COVID o como durante los temporales los primeros afectados son los supermercados.
Es por ello que la logística y el transporte de mercancías en el sector de la alimentación conforman uno de los núcleos fundamentales del transporte de cualquier tipo alrededor del mundo.
En este artículo veremos los motivos que hacen que esto sea así y qué aspectos debemos tener en cuenta en su proceso de transporte.
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Cuando hablamos de logística y transporte de productos de alimentación, nos referimos a todo acto que conlleve el transporte de productos destinados al consumo humano sea cual sea el punto en el que este se encuentre.
De este modo, no solo afecta al transporte de los productos ya elaborados de la fábrica productora al supermercado. Este proceso se refiere a cada uno de los escalones que forman parte del proceso de elaboración del producto final, desde sus materias primas hasta el producto finalizado destinado a acabar en las estanterías de una gran superficie.
Así forma parte del transporte, por ejemplo, el hecho de llevar el trigo a la fábrica de harinas, la harina a la panificadora, y por último el transporte del pan congelado hasta la panadería de nuestro barrio. Es una cadena y debe ser entendida como tal.
Es especialmente importante que cada uno de estos pasos deberá contar con sus propias medidas de seguridad higiénicas, temperaturas, permisos de transporte e instrucciones de manipulación durante el trayecto.
Este último hecho, hace que el transporte de mercancías destinadas a la alimentación sea uno de los sectores más regulados y delicados para cualquier empresa dedicada a este fin.
Como en todos los métodos de transporte, podemos encontrar que las materias viajan por tierra, aire o mar, sin embargo entra en juego el factor de la refrigeración, en caso de ser necesaria, entre otras muchas.
Este factor, representa un importante reto para los transportes internacionales realizados por mar y aire, no siendo tan acentuado en el terrestre.
Aún así existen ciertos productos, que aunque no deben ser refrigerados, tienen la necesidad de ser transportados a una temperatura controlada, en condiciones de humedad estrictas o con requisitos particulares por su propia naturaleza.
Esto suma aún más dificultad al proceso de transporte que explica a menudo la repercusión directa que tiene en los precios finales de los productos de consumo final.
Un aspecto importante a tener en cuenta, es que no debemos olvidar que la logística a menudo encuentra retos añadidos, como que ciertas materias o productos no se pueden producir en el país al que están destinados, y deben ser importados de países donde la climatología es diametralmente opuesta.
Una vez conocemos los retos relativos al transporte de alimentos hay ciertos aspectos que debemos tener en cuenta en el momento de emprender este reto.
A parte de los puntos claves que hemos visto anteriormente se debe planificar de forma meticulosa las necesidades en origen y en destino del producto a transportar, y conocer la regulación vigente en lo que respecta a su logística.
No son los mismos permisos los que se requieren para el transporte de leche, que para harinas o productos elaborados.
Un error en la documentación, puede conllevar un bloqueo en fronteras, o una fuerte sanción y la retirada o inmovilización con del producto, por lo que es especialmente importante contar con estos detalles en el momento de la planificación
Como hemos visto en este artículo, el transporte de mercancías en el sector de la alimentación tal vez no sea el más conocido, y a menudo resulta invisible para la sociedad. Sin embargo, cada día, millones de toneladas de alimentos recorren nuestras carreteras y cruzan nuestras fronteras para que nunca falte aprovisionamiento en las lineales del supermercado.
Dar el protagonismo que se merece, comprender sus necesidades específicas y llevar a cabo una tarea cuidada de planificación, garantizará nuestro éxito en esta tarea que sin duda, es clave para nuestro día a día.
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